ESTOY RABIOSO

 

ESTOY RABIOSO

Estoy rabioso, siento rabia y no tengo ira, ni furia, ni violencia, desde fuera parece que solo he pasado mala noche o que soy idiota.

Esta es la rabia que he llevado toda mi vida a mi lado, no formando parte de mí, ni de comportamiento cotidiano, ni como expresión, la he tenido siempre como alidada en momentos de desesperación.

La rabia es útil para salir del hoyo oscuro de la desesperación, la puerta de escape de un callejón sin salida.

La rabia no es ira violenta, es como la carcoma de un mueble, se come la madera por dentro, dejándolo vació.

La rabia que siento es la misma que conocí en la tumba de mi padre, la misma que llegaba cuando otros niños me robaban o me daban una paliza, la misma que sentí cuando descubrí que mi madre me mentía y no confiaba en mí, la rabia siempre es la misma.

Es la tinta del calamar que no se dispersa nunca, aumenta y se oscurece mas ante las injusticias, la crueldad, la agresividad, la violencia. Hasta que yo mismo desaparezco en la oscuridad y ni siquiera me siento, ni me veo, ni me oigo, como en las pesadillas, solo que de este sueño nunca despertare.

Yo solo quiero estar en paz y no me meto con nadie, no deseo mal alguno, sin embargo veo que genero rabia e ira y agresividad. Yo no soy responsable de lo que sientan los demás. De lo que si soy responsable es de no seguir el guion, las pautas marcadas o los patrones generales, solo soy singular.

Mi singularidad es muy sencilla, evitar que surjan conflictos y sin embargo surgen.

Siento la rabia en lo más profundo de mí ser, mi singularidad me ha convertido en la diana de la rabia de los demás.

Otra evidencia de que los modelos son patológicos.

EL CALAMAR