Mandan los malos



MANDAN LOS MALOS

En pocas palabras, mandan los que tienen poder y el que tiene poder solo quiere más, A medida de que aumente progresivamente el poder, se diluye la línea que separa lo ético y lo humanitario, se disuelve la frontera que separa el bien del mal.

Aunque el que manda, el que legisla y el que ordena no suele ser el que tiene el poder.

EL poder lo tiene el que es capaz de convencer a terceros y masas con el fin de generar beneficios para otros.

El poder  crea  diferentes estratos superpuestos en los que, el de menor capacidad esta abajo y siempre hay alguien encima.

Por mucha categoría que conlleve un puesto o cargo no tiene implícito, ni el poder ni la autoridad.

Solo nos sitúa en un nivel de la escalera de opresión y dominación.

El poder y la autoridad se ejercen mejor con humildad, aunque eso se da en muy pocos casos.

La Tiranía necesita de poder o mejor dicho la fuerza ejercida desde el poder.

Desde el principio de los tiempos el ser humano ha venido ejerciendo la dominación desde la fuerza, y a pesar de todo hemos evolucionado.

Los fuertes, grandes y numerosos han ejercido la cruel presión sobre los débiles a pesar de responder en  el sentido contrario al de los intereses la humanidad.

Esto se ha dado gracias a influencia de otros, los verdaderos poderosos, los que tienen la capacidad de convencer a los fuertes, los numerosos para destruir, para robar, dicen también que por venganza, honor o justicia. Ninguna acción tiránica ni violenta, beneficia a los vulnerables. (Pobres, niños, ancianos, enfermos y víctimas de la dominación).

El poder destruye para crear necesidades y perpetuar su escalada hacia arriba.

El poder no está identificado con títulos ni reconocimiento, lo ejercen los que están en las zonas medias de la escalera de poder.

El ejercicio del poder con fines sociales y humanitario tiene mala fama y suele perder cuota aquel que la manifiesta.

Es tan profundo el vínculo del prestigio social y el poder que se acepta la instrumentación mediante la crueldad, la dominación y el enriquecimiento personal.

El poder lo puede ejercer cualquiera que desarrolle las competencias necesarias, pero solo reconocemos al que ejerce un poderoso.

Solo esto es definible como maldad.

Pensamos que la riqueza se obtiene trabajando y que el dinero genera poder, nada más lejos de la verdad, es el poder el que genera riqueza personal, cuanto más inicito o ilegal sea la forma de enriquecerse mayor es la cuota de poder que se obtiene.

La cuota social en los intereses de los vulnerables ha quedado relegada a migas del pan que les sobra.

Caridad y compasión son las palabras que se usan para determinar ya por su propio significado el grado de objetivo social en el ejercicio del poder.

OTRO ARGUMENTO PARA DEMOSTRAR QUE LOS MODELOS SON PATOLOGICOS.

Esta afirmación no la voy a demostrar ya que es algo que a mí no me interesa.

Solo observemos la cantidad de personas en el mundo que sufren hambre, enfermedades, desprotección gratuitamente.

Cuantas personas disponen de riqueza suficiente para eliminar diferencias, el sufrimiento y el dolor?

No hay ni un solo país en el mundo que legisle la igualdad y la calidad de vida.

Todas las leyes, acuerdos y tratados tienen una letra pequeña que siempre perjudica más a los vulnerables.

Ningún poderoso, político,  científico o líder antepone en bien común a sus posesiones.

En definitiva los que mandan ejercen con maldad, por naturaleza o conveniencia, eso los convierte en los malos.

MANDAN LOS MALOS



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